El boxeo chileno está de luto. Este pasado 22 de diciembre, a los 76 años, partió físicamente Iván Corral, una columna fundamental de este deporte, dejando un vacío imposible de llenar y un legado que trasciende las cuerdas del ring.
La trayectoria de Don Iván fue la de un hombre que vivió el boxeo en todas sus dimensiones. Primero como pugilista de elite, vistiendo la camiseta de la Selección Nacional de la Federación Chilena de Boxeo por más de una década. Con gallardía y técnica, representó a Chile en escenarios internacionales, llevando en alto el nombre del país con cada combate.
Sin embargo, fue en su segunda vocación donde su huella se volvió imborrable: la de maestro. Iván Corral no fue solo un entrenador de la Selección Chilena y de boxeadores amateurs y profesionales; fue un forjador de carácter, un moldeador de sueños y un padre para generaciones de pugilistas. Reconocido por muchos, con justa razón, como el mejor entrenador de boxeo de Chile, su labor trascendió lo técnico. Para él, sus estudiantes no eran simples alumnos; eran sus hijos. Les brindó entrega, cariño y una vocación inquebrantable, estando para ellos hasta el final, tanto en la victoria como en la derrota.
Su ojo clínico para el talento fue prodigioso. Sacó a relucir a los mejores pugilistas de la ex Zona Minera del Carbón, demostrando que donde hubiera un joven con potencial y corazón, allí estaría él, entregando su don sin reservas.
Esta semana, el sentimiento de pérdida y agradecimiento se materializó en un sentido homenaje en el gimnasio TH Box, en la avenida Presidente Kennedy de Las Condes. El lugar donde se forjan campeones se llenó de recuerdos, anécdotas y el profundo respeto de la comunidad boxística, uniéndose para honrar a su maestro.
Pero más allá de los títulos y las medallas, el legado de Iván Corral se define con otras palabras: pasión, dedicación y amor. Amor por el boxeo, por la enseñanza y, por sobre todo, por su familia y por esa familia extendida que formó en el gimnasio. Un gran hombre del deporte, pero, esencialmente, un gran hombre.
Su esencia no se ha ido. Vive en cada directriz técnica que repiten sus pupilos, en cada abrazo de compañerismo que fomentó, en cada historia de superación que ayudó a escribir y en el corazón de todo el boxeo chileno. Tambien sera bien recordado en la region del Bio Bio donde sacó los mejores Pugilistas de la Ex Zona Minera del Carbón
Descansa en paz, Profe Iván. Gracias por tanto






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